Cartel de la primera edición
El 20 de marzo de 1956, tras la ceremonia de inauguración de la entonces denominada 1ª Semana de Cine Religioso, el teatro Calderón acogió su primera proyección: Una cruz en el infierno, del director José María Elorrieta.
La película narra la historia de la hermana Esperanza, una monja que llega a una misión española en plena guerra en Indochina y enseguida se hace amiga de los niños refugiados. Allí también ha buscado refugio el descreído contrabandista Laszlo. Cuando el bando enemigo invaden la misión española, los padres religiosos son asesinados y Laszlo debe proteger en su huida a la monja y al grupo de niños.
El actor madrileño Jesús Tordesillas presenta el largometraje, cuya proyección contó con la asistencia de las primeras autoridades civiles, eclesiásticas y militares, y de actrices como Elena Espejo o Marisa de Leza.
En ese primer festival, que no tenía carácter competitivo, se proyectaron otras cinco películas: La guerra de Dios, de Rafael Gil; La miés es mucha, de José Luis Sáenz de Heredia; Balarrasa, de José Antonio Nieves Conde; El Judas, de Ignacio F. Iquino, y Cristo, de Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla.
