Fotograma de ‘Adiós a mi concubina’
La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ha sido en numerosas ocasiones la primera ventana a la que el público español ha podido asomarse para ver la película ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes, cuya 70ª edición arrancó este 17 de mayo.
La película laureada con el máximo galardón del certamen francés ha inaugurado varias ediciones de nuestro Festival. La más reciente en 2015, cuando Dheepan, de Jacques Audiard, abrió la 60ª Seminci. Anteriormente lo hicieron Bailar en la oscuridad, de Lars von Trier, que levantó el telón de la 45ª edición (año 2000), y Adiós a mi concubina, de Chen Kaige, que se proyectó en la Gala de Inauguración de la 38 Semana (1993).
Algunos autores hicieron el camino inverso: primero fueron premiados en Valladolid y, pocos años después, el Festival de Cannes les concedió la Palma de Oro. Fue el caso de Andrzej Wajda, ganador de la Espiga de Oro por La tierra de la gran promesa en la 21 Semana (1976), cinco años antes de la Palma de Oro por El hombre de hierro; Jane Campion, cuya película Un ángel en mi mesa logró la Espiga de Plata y el premio a la mejor actriz de la 35ª Seminci (1990) antes de obtener la Palma de Oro por El piano (1993), o Ken Loach, Espiga de Oro por Mi nombre es Joe en la 43ª Seminci (1998) y que tuvo que esperar a 2006 para ganar su primera Palma de Oro por El viento que agita la cebada.
Cartel de ‘Bailar en la oscuridad’
Abbas Kiarostami, tras ganar la Espiga de Oro de la 40 Semana (1994) con A través de los olivos, logró la Palma de Oro con su siguiente largometraje, El sabor de las cerezas, en 1997. Lo mismo les ocurrió a los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, Espiga de Oro por La promesa en la 41 Semana (1996) y ganadores de Festival de Cannes en dos ocasiones: Rosetta (1999) y El niño (2005). Posteriormente, tanto el filme de Kiarostami, como las dos Palmas de Oro de los hermanos Dardenne se proyectaron por primera vez en España en la edición posterior de Seminci, en Sección Oficial fuera de concurso.
La presentación para el público español de los filmes ganadores de la Palma de Oro ha sido una constante en la programación de Seminci: fuera de concurso se exhibieron Pelle el conquistador (1988) y Las mejores intenciones (1992), las dos del sueco Billie August; Secretos y mentiras (1996), de Mike Leigh, dentro del ciclo dedicado al realizador en la 45 Semana (año 2000), o El pianista (2002), de Roman Polanski, en el ciclo “País invitado: Polonia” de la 47 Semana.
Es difícil encontrar nombres de autores galardonados en el certamen francés que no hayan pasado en algún momento por Valladolid. En nuestro festival hemos conocido la obra de cineastas como Vittorio de Sica, Roberto Rosselini, Louis Malle, Federico Fellini, Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni, Joseph Losey, los hermanos Taviani, Volker Schlöndorff, Andrzej Wajda, Costa-Gavras, Shohei Imamura, Emir Kusturica, Ken Loach o Michael Haneke, por citar solo algunos de ellos.
Fuente: Libro “50 años de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (1956-2005). Una ventana al mundo”, de César Combarros Peláez.