El Festival reivindica en la Gala de Inauguración la figura de la mujer cineasta y el cine de autor y rinde homenaje a Marisa Paredes y Arturo Ripstein
El Teatro Calderón repleto de público para la Gala de Inauguración de la 62 Seminci
21/10/2017.- La Semana Internacional de Cine de Valladolid ha levantado hoy el telón de su 62ª edición con la reivindicación tanto el cine de autor como la figura de la mujer cineasta, además de la propia existencia de los festivales de cine, durante la Gala de Inauguración, presentada por José Corbacho y Marta Nieto, en la que también se ha rendido homenaje al realizador mexicano Arturo Ripstein y a la actriz madrileña Marisa Paredes.
La gala comenzó con José Corbacho versionando el clásico de la copla “Soy minero” en clave de cine de autor y con numerosos guiños a la Semana y sus espectadores, al que siguió un monólogo sobre las diferencias entre el cine de autor y el comercial.
A continuación, la actriz Paz Vega, madrina de la 62 edición, leyó la carta de bienvenida del director, Javier Angulo, en la que ha reclamado el apoyo “de las instituciones que dicen amar la cultura” para que los festivales de cine se mantengan como “la última trinchera para un cine que vive en constante evolución y sobresalto, aparentemente sin límites”.
Los presentadores, Marta Nieto y José Corbacho, en un momento de la gala
Marta Nieto ha repasado algunas de las secciones, ciclos y homenajes de esta edición, como la Espiga de Honor a Jose Luis García Sánchez y el recuerdo a Basilio Martín Patino en el Día del Cine de Castilla y León, y los ciclos sobre Jean Pierre Melville y los 50 años de la Escuela de Barcelona.
Precisamente, para presentar esta retrospectiva han salido al escenario el director Jorge Grau, la actriz Serena Vergano y el director de la Filmoteca de Catalunya, Esteve Riambau, quien ha destacado que “la Escuela de Barcelona puso una nota de color en un mundo en blanco y negro”.
Sally Potter
La realizadora británica Sally Potter ha tomado la palabra ante el numeroso público que abarrotaba el Teatro Calderón para hablar en nombre de los cineastas que participan en la Sección Oficial. La directora ha dicho –en castellano- que “es un gran honor estar en este festival y participar con tantos directores y películas interesantísimas”.
Sobre el escenario del Teatro Calderón han desfilado, a continuación, los integrantes del Jurado Internacional: Ray Loriga, novelista, guionista y director de cine español; el guionista y director Santiago Tabernero; Claire Dobbin, presidenta del Festival Internacional de Melbourne; el productor Uberto Pasolini y la productora española Emma Lustres, quien reconoció que tienen por delante “un reto complicado” y agradeció al festival “seguir apostando por el cine de autor después de 62 años”.
Homenajes
El festival ha glosado la figura del realizador Arturo Ripstein, quien ha recibido la Espiga de Honor de manos de su gran amiga, y también homenajeada, la actriz Marisa Paredes. El homenaje al director mexicano ha contado con la presencia de sus colegas, los directores José Luis García Sánchez y Sergio Cabrera, quien ha dicho que Ripstein es “un gran cineasta y una figura que ha iluminado a todos los directores iberoamericanos”.
El homenajeado ha agradecido este reconocimiento, que “recibo con entusiasmo y algo de humildad, aunque no mucha”, ha bromeado, al tiempo que agradecía al Festival y al director, Javier Angulo, por “hacer visibles, aunque sea por un rato, a los directores invisibles”.
Por su parte, Marisa Paredes ha estado arropada, además de por Risptein, quien le ha entregado la Espiga de Honor, por el director Jaime Chávarri y su hija, la actriz María Isasi. Emocionada, ha recordado a su padre, Antonio Isasi-Isasmendi, recientemente fallecido, que “me dio infinidad de cosas valiosísimas, pero lo mejor fue enamorarse de la mujer más increíble del mundo”. Su madre, Marisa Paredes, “me ha enseñado la humanidad que hay dentro del artista, a luchar por mis derechos, la humildad y el valor dela amistad”.
La sorpresa ha sido la aparición en la pantalla de un vídeo enviado por el cineasta Pedro Almodóvar, con quien Marisa Paredes ha trabajado en títulos como Entre tinieblas, Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre y La piel que habito. “Vi actuar a Marisa en el teatro antes de ser director de cine y siempre soñé con trabajar con ella; el día que lo conseguí, vi superado con creces aquel sueño”, ha dicho.
La homenajeada ha agradecido las palabras de todos, y también al festival por concederle esta la Espiga de Honor, un premio honorífico que precede al Goya de Honor que le entregará la Academia del Cine dentro de unos meses. “Los premios se reciben con mucha emoción, pero también con la idea de que hay muchas gente que se los merece pero no están aquí”. “Yo estoy aquí –ha añadido- porque en esta profesión, además de oficio, hay que tener suerte, y he tenido la inmensa fortuna de tener buenos directores, buenas historias y buenos personajes, que me hacen ser como soy”.
Supernovas
La gala ha seguido con un repaso del resto de secciones –Punto de Encuentro, Tiempo de Historia, Spanish Cinema, ciclo Islandia, Cine&Vino, Miniminci y Seminci Joven- y el recuerdo a los profesionales fallecidos en los últimos doce meses. El público ha roto a aplaudir al aparecer en la pantalla los retratos de Luz Cobos, Eduardo Rodríguez Merchán y Juan Antonio Pérez Millán, tres profesionales ligados muchos años al Festival, que nos dejaron recientemente.
Federico Luppi fue recordado entre los cineastas fallecidos en el último año
La presentación del ciclo Supernovas ha dado pie a recordar que este año se estrenaron sólo un 25% de películas dirigidas por mujeres y que sólo el 28% de los personajes protagonistas son femeninos. La periodista Jara Yáñez, coordinadora del Foro de Mujeres en el Cine Español que celebra Seminci este lunes, ha apostado por promover la paridad en la industria porque “promover referentes de igualdad es algo esencial”.
Por último, ha aparecido sobre el escenario el equipo de la película La librería, encabezado por su directora, Isabel Coixet, quien ha presentado la película arropada por el actor Bill Nighy y los productores Jaime Banacolocha, Adolfo Blanco y Albert Sagalés.
José Corbacho ha puesto el colofón con una nueva versión musical, en este caso de “Como yo te amo”, de Raphael, con una letra que era alegato a favor del cine de autor.