El Cuatro Rayas cae ante el Academia Octavio y se complica la vida: 25-23
— 19 noviembre, 2012 Comentarios desactivados en El Cuatro Rayas cae ante el Academia Octavio y se complica la vida: 25-23 16Los de Pastor cometieron demasiados errores durante el encuentro.
El Cuatro Rayas Valladolid cayó derrotado por 25-23 en su visita a Vigo ante el Academia Octavio. El equipo vallisoletano en la primera mitad tuvo innumerables errores que le obligaron a hacer un gran derroche físico en la segunda mitad, donde llegó a igualar el encuentro, pero un fallo en ataque dejó en bandeja la victoria al equipo gallego, que en la siguiente jugada anotó, y ya sobre en las postrimerías del encuentro hizo el último tanto del partido.
El Cuatro Rayas Valladolid comenzó descentrado el encuentro y ya en el minuto ocho los locales vencían por seis goles de diferencia, un marcador abultado en tan pocos minutos. La defensa 6-0 del Pilotes no era el principal problema para los vallisoletanos, sino la alarmante falta de puntería con lanzamientos a la madera de Ávila y Félix. Tras la charla de Pastor los visitantes se mostraron más agresivos en defensa, además Héctor Tomás encadenó cuatro buenas intervenciones consecutivas. Sin embargo, en ataque el equipo visitante seguía sin responder, e incluso desaprovechando opciones desde los siete metros por parte de Fernando Hernández. El portero local se estaba convirtiendo en todo una muralla, pero dos tantos seguidos de Víctor Alonso rompieron la dinámica del encuentro, y el Cuatro Rayas se metió de nuevo en el choque. La maquinaria de los de Juan Carlos Pastor parecía ya estar engrasada, y en el ecuador de la primera parte el técnico local se vio obligo a pedir un tiempo muerto después de que su equipo estuviera siete minutos sin anotar. Tras esa pausa la reacción gallega fue inmediata, logrando una renta de nuevo de tres goles (8-5, minuto 18). Los extremos Félix y Alonso daban vida al cuadro castellano en ataque, pero en defensa continuaban los problemas. Sobre todo para frenar al veterano Rafa Dasilva. La exclusión de Ávila marcó un punto de ruptura en el encuentro, y el Octavio logró una renta de cinco goles (13-8 a falta de cinco minutos). El Cuatro Rayas era un equipo a la deriva, y Pastor hacía claros gestos de que a su equipo le faltaba intensidad, y por ello solicitó un nuevo tiempo muerto para abroncar a su equipo. Con dos tantos antes del intermedio, el Cuatro Rayas lograba frenar su caída libre, y se marchaba a su vestuario con una desventaja de cuatro goles, 14-10.
En la segunda mitad los vallisoletanos cambiaron su dinámica, con Víctor Alonso como estilete ofensivo conseguían reducir la desventaja a solo dos tantos. Más fuerte en defensa, el Valladolid aprovechaba en ataque la pájara local para igualar el marcador en el minuto 43, 17-17. Los vigueses poco a poco salieron del túnel en el que estaban metidos gracias a las genialidades del canterano Cacheda. La inspiración del central local encontró respuesta en la primera línea vallisoletana, desaparecida hasta ese momento. A partir de ese momento el encuentro entró en una fase de máxima igualdad. A falta de dos minutos, el marcador estaba igualado a 23, pero dos goles dieron la victoria a los locales.
Juan Carlos Pastor, entrenador de Cuatro Rayas Valladolid El técnico primeramente realizó su valoración del partido: “Empezamos realmente mal, con muchos errores en el lanzamiento exterior, y eso transmitió una ansiedad al equipo que se reflejó también en defensa. El Acadamia Octavio se ha ido incluso de seis en el marcador, pero en la segunda parte poco a poco nos fuimos metiendo en el partido, e incluso tuvimos la victoria en nuestra mano. Ellos han tenido el acierto en esas últimas jugadas y nosotros hemos remado mucho para acabar ahogándonos en la orilla”.
Para Juan Carlos Pastor, los puntos perdidos en Vigo son algo más que una derrota: “Esos dos puntos pueden tener un valor incluso doble, porque somos dos equipos que estamos inmersos en la misma liga. La situación es complicada, pero tenemos que trabajar muy fuerte para intentar salir a flote”.