El Recoletas Atlético Valladolid se vio desbordado en su visita al Quabit Guadalajara en un encuentro que perdió por 31-26. Los de Nacho González sufrieronlo indecible ante el muro defensivo que formaron los manchegos con una defensa 5-1 y, sobre todo, con la brillante actuación bajo palos de Jota Hombrados. Tampoco estuvo el Recoletas muy fino en defensa, su mejor arma esta temporada.
Los vallisoletanos, que venían de arrollar al FraikinGranollers en la jornada anterior, se encontraron con la misma medicina de su rival: un ritmo muy alto, defensa 5-1 fortísima y muy activa, un portero imbatible (19 paradas de Hombrados con un 42% de acierto),una defensa propia poco acertada y un mayor deseo de ganar. El vértigo del descenso motivó más a los locales ante un Recoletas Atlético Valladolid que quizá notó la ausencia del lesionado Nico López en la defensa, más endeble que otros días, y que en ataque nunca encontró el ritmo adecuado y los espacios.
Mientras la primera línea del Quabit Guadalajara machacaba una y otra vez con goles desde el exterior (Chema Márquez anotó 8, Bozalongo 3, Sergio Valles 3 y Padilla 4), los gladiadores azules se estrellaban contra el muro 5-1 y cada gol costaba un mundo. No estuvo acertado Rubén Río (0 de 5 en sus lanzamientos) y Dani Dujshebaev apenas mostró su calidad (1 de 2), tampoco los extremos encontraron la forma de esquivar a Hombrados. Diego Camino, Víctor Rodríguez y Roberto Pérez luchaban con poco éxito por encontrar huecos y espacios. Y cuando lo hicieron se encontraron con un gran Hombrados, principal protagonista del partido.
El partido comenzó con unos primeros compases igualados, pero poco a poco se vio que el Recoletas Atlético Valladolid no se encontraba nada cómodo. Tras el 5-3 del minuto 10 los vallisoletanos se vieron desbordados en defensa y no supieronfrenar los lanzamientos exteriores de Chema Márquez, Bozalongo, Valles o Padilla.
Guadalajara fue ampliando lentamente su ventaja, que llegó a los 4 goles en el minuto 17 (10-6) y a los 5 en el minuto 25 (14-9). La sangría no parecía tener solución, agravada aún más cuando el ataque de los gladiadores azules se estrellaba con la defensa 5-1 de los alcarreños y, sobre todo, con la brillantísima actuación de Hombrados. El guardameta del Guadalajara se marchó al descanso con 12 paradas y un increíble 52% de acierto en sus intervenciones. Fue Hombrados quien desquició a un Recoletas Atlético Valladolid que sufría mucho para encontrar huecos para lanzar y que cuando los tuvo se encontró con el veterano portero.
Con este panorama negativo para los visitantes al descanso se llegó con la máxima diferencia hasta el momento para el Quabit Guadalajara, 6 goles (17-11), y la sensación de frustración del equipo vallisoletano, incapaz de superar a su rival en los aspectos clave.
Fue significativo que el primer lanzamiento del Recoletas en la segunda mitad, de Diego Camino, lo detuviera de nuevo Hombrados. El gesto de incredulidad del central tras la enésima parada del portero simbolizaba el estado de ánimo de los de Nacho González, que se veían incapaces ante la eficaz defensa manchega.
La tela de araña planteada por el Quabit en defensa atrapaba una y otra vez a los vallisoletanos. La defensa 5-1 no dejaba ningún espacio y Hombrados seguía igual de acertado. Una situación que contrastaba con la facilidad con la que los locales anotaban, sobre todo desde fuera, pero también en esos minutos con varios contraataques y pases al pivote.
Los seis goles de diferencia se convirtieron pronto en 7 (19-12, minuto 32), en 8 (25-17, minuto 40) y 9 (27-18, minuto 44) dejando a los vallisoletanos sin opciones de remontada y con un puñado de frustración ante la incapacidad de encontrar su mejor juego.
El Recoletas Atlético Valladolid tiró de orgullo para anotar un parcial de 1-6 y dar un poco de esperanza a los 70 aficionados desplazados hasta Guadalajara. El despertar, fundamentado en la mejoría defensiva y en el acierto, por fin, en los lanzamientos, apretó el marcador (30-26, minuto 55). Pero ya era demasiado tarde y la desventaja excesiva. Un gol de Padilla y otra parada de Hombrados en un 7 metros a Diego Camino terminaron por cerrar el triunfo para el Quabit Guadalajara por 31-26.
Nacho González, entrenador del Recoletas Atlético Valladolid, analizó así el partido tras la derrota: “Nuestra mejor arma, defensa y contraataque, no hemos podido usarla, y cuando estamos así nos meten mucho goles y tampoco hemos estado nada bien defensivamente. Nos han metido muchos goles, no hemos podido correr y cuando hemos tenido opciones de hacerlo ha habido algunas perdidas. Además Jota Hombrados ha estado a un gran nivel, siendo importante para frenar algún arreónque hemos tenido”.
“El problema ha estado en nuestra defensa, porque aunque sabemos que ante defensas 5-1 nos cuesta más hemos creado ocasiones y hemos anotado 26 goles fallando muchos lanzamientos claros”, argumentó el técnico vallisoletano.
“En definitiva ha sido un partido fuera de casa con un justo vencedor, un querer y no poder por nuestra parte, que nos demuestra que la batalla va a ser dura todos los días y hasta el final. Seguimos trabajando para conseguir la regularidad suficiente para no alternar partidos muy buenos con partidos más flojos”, concluyó Nacho González.